Cuevas de Cañart, en el corazón de la Comarca del Maestrazgo, se sitúa a 834 m de altitud rodeada de escarpadas montañas. Declarada Conjunto Histórico Artístico en 1982, destaca por la riqueza de su patrimonio arquitectónico fruto de un largo proceso histórico. El conjunto monumental se reparte por estrechas y sinuosas calles creando rincones de gran belleza, en los que se conjugan numerosos materiales constructivos: madera, tapial, piedra…
Aunque es seguro que el asentamiento de población en Las Cuevas de Cañart fue mucho anterior, los primeros escritos sobre su historia, datan del año 1282, cuando la Orden del Temple le da la Carta de Población. A partir de este momento su vida y relaciones con la poderosa Orden quedarán reguladas en este documento, no viéndose alteradas por la sustitución de los Templarios por la Orden de San Juan de Jerusalén, a principios del siglo XIV. Los vínculos con los monjes sanjuanistas se mantendrán hasta la primera década del siglo XIX.
Inicialmente el pueblo estaba situado en la inmediaciones del castillo, que posteriormente fue transformado en mezquita árabe, y luego fue lo que hoy conocemos como Ermita de los Pueyos. En las faldas del castillo, según la tradición oral debió situarse también una importante comunidad hebrea, de la que poco sabemos pero cuya memoria ha permanecido viva en el pueblo; (Calle de Morera, Arcos de la Judería…).
En 1497, la orden de Los Servitas, establece su primer convento en España, el de Las Cuevas de Cañart, situado en una gruta perteneciente ahora al término de Ladruñán. Posteriormente se trasladan a las inmediaciones del pueblo, edificando entre 1746 y1790 un nuevo convento que albergará, en su etapa de esplendor, más de 100 frailes.
Durante la Primera Guerra Carlista (1840) el convento de los Servitas será utilizado como hospital, ocupado por las tropas del General Cabrera. Desde 1835, la Desamortización de Mendizábal iniciará el desmantelamiento del Convento, que como tal dejaba de existir al cabo de 85 años de vida.
En su historia más reciente, destacar que en 1970 perdió su condición de municipio al anexionarse al de Castellote, y el 24 de febrero de 1998, consiguió ser Entidad Local Menor, hasta ahora la primera de la provincia de Teruel, sin dejar por ello de luchar por ser de nuevo municipio como lo fue durante siglos.
El casco histórico se encuentra delimitado por las huertas, y por la otra vertiente por la Ermita de los Poyos. Se puede trazar este casco histórico dando un paseo entre dos edificios bien representativos de la localidad, el Convento de los Monjes Servitas y el Convento de las Concepcionistas Franciscanas.
Monumentos históricos más destacados: Iglesia de San Pedro Apóstol, Casa Arellano, Casa Moliner, Ermita de los Poyos, Ermita de San Blas, Portal de Marzo, Ermita de San Juan, Capilla del Pilar