La indumentaria expresa de una forma muy concisa, incluso a veces más que el documento, los usos, las costumbres, los rituales, la forma de ser, los recursos que ofrece el entorno en el que se desarrolla la vida, y en su conjunto la identidad de individuos y sociedades. Además, nos ofrece la oportunidad de conectar con el pasado de manera muy intensa a través de los momentos en que nos vestimos en determinadas festividades con piezas recreadas o los trajes guardados en las arcas, generación tras generación, tratando que emular a la perfección a nuestros antepasados. 

La cantidad y variedad de piezas documentadas es fruto de esa colaboración de la población local y en parte es consecuencia de las circunstancias y avatares históricos de nuestra comarca que está especialmente afectada por la despoblación. Uno de los retos que afrontamos es paliar los efectos de esa tendencia a perder habitantes al mismo tiempo que provechamos las oportunidades que nos ofrece un territorio poco transformado e industrializado, de enormes valores paisajísticos.