La escuela de ayer para construir el mañana
“La escuela de ayer para construir el mañana” es un proyecto de investigación y de difusión del patrimonio educativo de la Comarca del Maestrazgo que ha recuperado varias antiguas escuelas. Se inscribe en la labor del Servicio de Cultura y Patrimonio de la Comarca de dar a conocer la historia del Maestrazgo, de su modo de vida y de sus gentes.
Comisariado y autoría de la exposición: Estefanía Monforte y Sofía Sánchez
¿Quieres saber más sobre la recuperación de las antiguas escuelas?
La recuperación del patrimonio del Maestrazgo, nos da la posibilidad de conectar con otras épocas y formas de vida.
Descargar articuloDescarga pasatiempos de las antiguas escuelas:
En La Cuba en 1845 existía una escuela de instrucción primaria, concurrida por 16 alumnos.
Escuela de La Cuba
En el primer piso de este edificio se encontraba el aula de niñas y en el superior el aula de niños. Cuando paso a ser escuela mixta se ubicó en el primer piso. Esta escuela se ha conservado en excepcionales condiciones, por la calidad, cantidad y variedad de materiales.
Desde mediados del XIX se conserva una interesante documentación de la Junta Local de Instrucción Pública depositada en el archivo municipal, también se guardan inventarios, libros de visitas de inspección, trabajos escolares, y abundantes materiales didácticos como recortables de Seix Barral de inicios del XX, láminas de bordados y una voluminosa colección de libros escolares desde 1870.
La pieza más destacada, que fue común en las escuelas, pero raramente se ha conservado, es la esfera armilar, ésta de La Cuba es de inicios del siglo XX.
Escuela de Mirambel
En 1816 se creó una escuela de niñas en un salón de la casa de la mandada, propiedad del convento que todavía se conserva. Esta escuela era para niñas del pueblo, pero si había espacio suficiente podían asistir niñas de fuera, escogiendo a las más pobres y necesitadas. En el origen las monjas porteras fueron las maestras, con un riguroso protocolo de inicio y fin de las clases, para que no se rompiese la clausura. En 1858 se toma el acuerdo de reedificar el inmueble derruido denominado “la Cofradía” para albergar la escuela de niños en la calle mayor.
Más tarde, la escuela ocuparía un nuevo edificio frente al Portal del Estudio, extramuros, que todavía conserva la inscripción: “ESCUELA DE NIÑOS”. Hoy se expone, en lo que fue la sacristía del convento, el mobiliario y dotación de la escuela de niños donde destacan el ábaco y la mesa del maestro.
Escuela de San Juan del Barranco, Cantavieja
La escuela de la partida masovera de San Juan del Barranco en Cantavieja se crea el 14 de agosto de 1918. Esta escuela que contaba con un edificio propio y vivienda del maestro, es un ejemplo de cómo en algunas masías había escuelas tan bien dotadas como las del pueblo. A ella acudían los niños de las Albaredas, barrio cercano a las Casas del Barranco, perteneciente a Portell y por lo tanto valenciano.
En 2015 se trasladó a esta sala, que fue vivienda del campanero de Cantavieja, para garantizar su conservación. Entre los elementos más valiosos destacaremos la pizarra con el sello del Ministerio, la bandera anterior a la guerra civil, con la que se celebraba la fiesta del árbol y el reloj tan importante para saber cuándo salir al recreo.
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Escuela de Tronchón
Se sabe que a principios del siglo XX la escuela se encontraba en este mismo lugar, aunque más tarde se construyó un edificio propio que todavía mantiene intacto su aspecto exterior en la plaza del Collado. Esta escuela reúne un importante conjunto de materiales didácticos: Los cubos de medidas de capacidad de madera y los pesos, dos cajas de minerales de Lluís Soler Pujol de los años veinte y cuatro mapas de las partes del planisferio de 1894.
En 1910 nació en Tronchón Manuel Ayora Piquer, que estudió magisterio en la Escuela Normal de Teruel y consiguió plaza en su pueblo poco antes de que estallase la guerra y tuviese que exiliarse a Francia. Escribió artículos de pedagogía en revistas como “El Faro” y “La República”.
En Tronchón en 1845 ya existía una escuela elemental primaria concurrida por 60 niños.
Escuela de Dos Torres
La escuela de Dos Torres se cerró el verano de 1975 cuando solo quedaban siete niños. Durante unos meses no tuvieron maestro y el cura de Cuevas de Cañart, mosen Valero, les atendió hasta que los llevaron a la escuela-hogar de Teruel.
Escuela de La Cañada de Benatanduz
El salón del ayuntamiento se había tabicado y dividido en dos aulas para niños y niñas que ya no se conservan. En la actualidad el patrimonio educativo de la escuela se expone en el edificio del hospital o casa de los pobres construido por Francisco Mas el 4 de agosto de 1568. Conserva un mapa de España de enormes dimensiones de 1898, que ha sido restaurado y que se recordaba desplegado junto a la pizarra, también se han recuperado algunas piezas únicas en el conjunto de las escuelas del Maestrazgo como un cartel para prevenir la tuberculosis, un mural de la tabla de restar o una caja de leche en polvo de las enviadas por los americanos y distribuida por el Servicio Escolar de Alimentación.
La escuela de Cañada de Benatanduz estuvo abierta hasta febrero del año 1975.
Escuela de Mosqueruela
El Museo de la Escuela de Mosqueruela recoge materiales de las escuelas situadas en las partidas masoveras de Las Cañadas, Los Carrascales y La Estrella. Sin embargo, de ésta última partida es de la que más documentación y materiales se han conservado.
En la Estrella, en 1920, ya existía una escuela de niños y otra de niñas, situadas en las dos casas de la Virgen de la Estrella. Entre los materiales didácticos más interesantes se encuentran los dos mapas de España física y política de la editorial Seix Barral y las láminas de escritura de cartón para realizar copias. En cuanto a mobiliario, son significativas las mesas para párvulos de pequeña altura en las que podían realizar sus trabajos y cooperar hasta seis alumnos a la vez.
Hoy este importante conjunto se expone en el edificio donde antiguamente se situó la escuela de niñas del pueblo de Mosqueruela.
