El origen del dominio hospitalario en la zona que nos ocupa hay que remontarlo a la donación de Aliaga y Pitarque, realizada por Sancho de Tarazona en 1163 (…)
La primera donación real en la zona en favor de la Orden del Hospital fue la de Villarroya de los Pinares realizada por Alfonso II de Aragón a Ermenegaudo de Aspa, castellán de Amposta en 1190. Sabemos que Villarroya era encomienda hospitalaria independiente en 1200 y que al menos se mantuvo como tal hasta 1217, aunque poco después junto con la misma Aliaga, Fortanete y Pitarque constituirían la Bailía de Aliaga.