El Centro de Estudios de la Iglesuela (CEIG) comenzó el pasado año 2011 un ciclo de exposiciones, bajo el título de “La indumentaria tradicional de La Iglesuela del Cid”, dedicada, en su primera edición, a los refajos. Este año la II Muestra se ha centrado en la ropa masculina tradicional y en los complementos usuales de los varones, con piezas y objetos de la segunda mitad del XIX y la primera del XX.
Se expusieron numerosas piezas como camisas, blusones, chalecos, chaquetas, pantalones, calcetines, camisetas interiores y calzones, fajas, capas, gorros de lana… La muestra incluía tanto la ropa utilizada por los hombres de clase humilde como la de las clases pudientes, incluyéndose, además de numerosos ejemplos de la ropa nombrada, ocho maniquíes vestidos por completo, con ropa de campo, de fiesta o celebración religiosa, de verano y de invierno, de clases altas y de clases bajas.
En el apartado de complementos se pudo admirar una importante colección de pañuelos, muchos de ellos de seda, usados para la cabeza (con variados motivos, dibujos y colores, frente al “tópico baturro” del cachirulo a cuadros), las mantas con las que se cubrían sobre la capa los hombres en los días de frío, botas, alpargatas, zuecos, sandalias (de piel, madera, esparto…), sombreros de distintos tipos y materiales…
También había viarias vitrinas con objetos como anillos, gafas, gemelos, relojes de bolsillo, agujas, broches, botones de lujo, cadenas, y otros complementos propios para lucir sobre la ropa, así como una colección completa de utensilios para el afeitado y para el aseo personal, y otra de antiguos y perfectamente conservados paquetes de picadura de tabaco, papeles de liar cigarrillos, pipas y mecheros y chisqueros.
Esta II Muestra tuvo una gran acogida, tanto de visitantes “profanos” en la materia (de La Iglesuela, de poblaciones limítrofes y de la Comarca, y de turistas), como de indumentaristas profesional, que vinieron desde Cataluña, Aragón y la Comunidad Valenciana. Éstos, por tratarse de especialistas en la materia, tomaron abundantes notas, además de medir los metros usados para realizar las piezas de vestir, observar con detenimiento la materia prima de la ropa, como paños y algodones, o del calzado, y los distintos modos de zurcir, hilvanar, puntear, ribetear, sobrehilar, pespuntear, festonear, bordar, remendar, etc.
El Centro de Estudios de La Iglesuela, en su labor de recuperación y conservación del Patrimonio local, localizó hace poco y tiene la propiedad de una importante capa de excepcional calidad y conservación, realizada con paño de primera calidad, y que perteneció a Don Miguel Antonio Tena Zurita, nacido en 1897 y que fue empresario local de la villa hasta los años 60 del siglo XX, y que debió confeccionarse entre los años 20-30 del siglo XX. Dicha pieza se expuso, junto al documento de cesión, en calidad de depósito, para que forme parte del “Centro de Interpretación textil y de la Indumentaria” de la Iglesuela, para disfrute de todos los Iglesuelanos y de la gente que nos visita.