La tarde del 7 de agosto de 2024 vecinos y personas vinculadas a La Iglesuela subieron, en su mayoría andando, hasta la ermita de la Virgen del Cid para escuchar nuevas informaciones sobre su arquitectura, las tradiciones vinculadas a la devoción de la Virgen y el resultado de la restauración llevada a cabo recientemente de una parte del trasaltar.
La jornada organizada por el Área de Patrimonio Cultural de la Comarca del Maestrazgo, con la colaboración del Ayuntamiento de Iglesuela, comenzó con la presentación de la restauración, impulsada por la Comarca del Maestrazgo, por parte de los restauradores de la Fundación Sta Mª de Albarracín, Lidia Alcalá y Salvador Rodriguez.
Los técnicos resaltaron el mal estado de conservación de las pinturas por las afecciones de humedad causadas por problemas en el tejado que fueron resueltos en 2017 y porque las figuras de la Virgen y los ángeles en pintura y relieve habían sido dañadas atacando sus rostros principalmente.
Nos explicaron que los más avanzados criterios de restauración que han seguido les sugieren no intervenir esas partes devolviendo el volumen o las formas y ni si quiera disimularlas ya que fueron daños intencionados y forman parte de los avatares de la obra. Pero sí usaron el estarcido para rellenar lagunas causadas por los daños de humedad logrando que se distinga la intervención de los restos originales.
Después, Jorge Martín explicó los datos hallados junto a Pablo Cercós relacionados con el cantero que firma la obra de la ermita. Hasta ahora el único dato que teníamos era el autor y la fecha, 1540. Gracias a estos dos historiadores del arte conocemos un poco más de su trayectoria, de otros proyectos en los que intervino como cantero. Explicaron in situ las tres fases de construcción principales de la ermita.
Por último, Elena Fortea habló de las Danzas de la Virgen, su importancia y sus posibilidades de salvaguarda y protección. Numerosos vecinos se acercaron al finalizar para consultar más datos o aportar sus recuerdos a esta investigación que ha supuesto una matrícula de honor como TFG en la universidad Jaime I.
Gracias a estos recientes trabajos hemos logrado generar conocimiento sobre este patrimonio contribuyendo a la historia del arte y tradiciones aragonesas y a su mejor conservación.
