Para sensibilizar sobre el grave problema de la violencia de género, los días previos al 25 de noviembre de 2018, las Áreas de Patrimonio Cultural y Servicios Sociales de Comarca del Maestrazgo, en colaboración con asociaciones de mujeres, ayuntamientos y el IAS, organizan varias acciones a cargo de la artista turolense Remedios Clérigues Amigó.
Remedios Clérigues es una de las mejores artistas turolenses. Sus obras son muy conocidas y causan impacto porque procuran la reflexión sobre temas sociales que nos afectan a todos y en muchos casos se desarrollan teniendo en cuenta a la participación de la gente, de la comunidad. Alguna de sus instalaciones de gran formato, se ha llevado a cabo en lugares emblemáticos de la capital turolense y de pueblos de la provincia.
En esta ocasión la propuesta llegará a las localidades de Cantavieja, Castellote y Mirambel y están abiertas a todos aquellos que quieran participar: mujeres, hombres y niñ@s de todas las edades.
Para que una mujer víctima de violencia de género logre romper con los vínculos que le unen a su pareja necesita sentir que no está sola, sentir que es comprendida y no juzgada, sentir que es igual y no diferente a las demás y sobretodo sentirse valorada y respetada por quien ella es y representa.
Una mujer víctima de malos tratos desarrolla una “indefensión aprendida”, es decir, una desesperanza sobre su situación y sobre un posible cambio. Suele abandonar su intento tras intentar cambiar la situación y no conseguirlo, asumiendo que su vida es así y siempre seguirá siendo así.
Por todo ello las redes de apoyo social tanto formales (representadas por psicólogos, cuerpos del estado, personal sanitario, etc.) como no formales, pueden brindar otros puntos de vista para resolver el problema, sintiéndose apoyadas y comprendidas desde un ámbito psicológico, económico, familiar, etc., favoreciendo así un posible cambio para ser capaz de salir de ese contexto.
Simbólicamente, la obra de Remedios trata de crear esa “red”, tejida entre todos. Lo importante es el proceso, más incluso que el resultado final. Durante varios días nos reuniremos para cortar y ovillar las telas en torno a un café con pastas y junto a la psicóloga de la Comarca del Maestrazgo Gema Prades, que moderará la tertulia.
Luego tejeremos la red entre todos los que quieran participar y una vez terminada, decidiremos el lugar idóneo para su instalación, procurando apro
vechar los valores artísticos y arquitectónicos del entorno donde nos encontramos. Las redes de apoyo social pueden ayudar a empoderar a una mujer desde la compañía, el cuidado y la comprensión, el saber que hay alguien que realmente se preocupa por ella (o su familia).
Esta situación se hace especialmente vulnerable cuando hablamos del entorno rural donde desaparece el concepto del anonimato de la víctima y la familia.
Café-tertulia para ovillar con Gema Prades
Martes 20. A las 16.00 h en el Convento de Mirambel.
Miércoles 21. A las 16.00 h en el Teleclub de Cantavieja.
Jueves 22. A las 16.00 h en la Casa de Cultura de Castellote.
Con Remedios Clérigues Amigó, tejeremos la red.
Viernes 23. A las 17.00 h en Cantavieja
Sábado 24. A las 11.00 h en Mirambel.
Sábado 24. A las 16.00 h en Castellote
Para más información: Sonia Sánchez o Gema Prades. Comarca Maestrazgo. 964185242
Colaboran: Asociaciones de mujeres de Cantavieja y Castellote.
Texto de Mar López Clérigues:
La obra de Remedios Clérigues Amigó aborda una forma de violencia social de carácter estructural, esto quiere decir que la manera en que nos relacionamos todas las personas está inevitablemente mediada por una jerarquización social basada en el género. Aunque, como sociedad, queremos rechazar profundamente cualquier tipo de violencia, no es sencillo desaprender lógicas tan presentes en todos y cada uno de los ámbitos de nuestras vidas (cultural, educativo, laboral, sexual, afectivo, familiar…).
La dificultad radica en que muchas de ellas forman parte de nuestra idea de cómo es el mundo, nos resultan naturales, y nos llegan a parecer la única opción posible. El esfuerzo individual es por supuesto necesario a la hora de desaprender aquello que consideramos nocivo. Por ejemplo, cuando una persona decide esforzarse por renunciar a los privilegios que devienen de su condición de “hombre” y que generan un desigual reparto de poder, de recursos, o de reconocimiento social. Sin embargo, el carácter estructural de esta violencia hace que sean necesarios esfuerzos colectivos para combatirla, pues todas las personas la reproducimos en nuestro quehacer cotidiano.
Es ahí donde el arte político encuentra una razón de ser, en la necesidad de que tanto a nivel personal como a nivel colectivo “pongamos palabras” a lo que nos pasa. Esta obra hace esfuerzos en ese sentido, poniendo a trabajar a varias personas en lo que sería la construcción de unas redes de apoyo fundamentales para quienes más sufren las consecuencias injustas del sistema patriarcal.
El potencial de la red de apoyo como símbolo feminista, es politizar una cuestión que no es privada como se nos decía en el pasado, sino que desborda el ámbito privado de las relaciones individuales para sacar a la luz del ámbito público la violencia que sufren las mujeres y el colectivo LGTBI. Se sabe que los casos sumergidos que tanto dolor silente ocasiona lo sufren mujeres que piensan, que el infierno en el que viven no se puede cambiar.
Concienciar, visibilizar, politizar, son formas de reconocer que existe un problema, este es el primer paso para buscar soluciones colectivas.
¡Qué ninguna se sienta sola, lo personal es político!