Es una talla románica de una Virgen reina retratada en su trono en majestad, rígida y hierática pero con una sutil sonrisa, con el niño sobre su pierna izquierda y en la mano derecha la esfera. Otras Vírgenes románicas en la comarca son la Virgen del Cid en La Iglesuela y la desaparecida Virgen de la Carrasca en Bordón.
Se encuentra ubicada dentro de una hornacina en la cabecera de la Ermita de la Virgen del Agua en pleno casco antiguo de Castellote.
El estado de conservación de la imagen es bueno, tras ser sometida a un proceso de restauración en el año 2011 a cargo de la especialista Bárbara Pastor. Se aplicó adhesivo en las zonas con levantamientos de los estratos de pintura para sujetar la pata derecha delantera del trono. La talla de la cabeza del niño Jesús fue realizada por el ebanista Luis Gandul, tomando como modelo una cabeza más moderna, probablemente del siglo XVIII.
