Sancho López, vicario, con el consentimiento de los jurados del lugar, da a alquiler a Sancho Albalat y a su mujer Sancha unas cámaras situadas en la villa de Castellote, que Sancha, viuda de Guillen Calvera, había dado como dote para una capellanía, por el pago anual de 3 sueldos jaqueses.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.