El área del Monumento Natural de las Grutas de Cristal de Molinos destaca por su complejo sistema kárstico, compuesto por una red de galerías subterráneas muy pecualiares en sus formas. Estas formaciones se comunican con el exterior a través de dos puntos: las cuevas de las Graderas o Grutas de Cristal y la Cueva de Baticambras.
Los materiales aflorentes en la zona son arenas margas y calizas del Cretácico superior y arcilas del Oligoceno-Mioceno, estando esta pecualiar cavidad desarrollada sobre las calizas cretácicas.
Presenta un espectacular desarrollo en formaciones de precipitados carbonatados (estalactitas, estalagmitas, columnas, cortinas, cascadas, etc.), destacando como curiosidad la gran profusion de estalactitas excéntricas (de crecimiento horizontal).
Esta espectacular cueva, da cobijo a una gran concentración de murciélagos, con presencia de tres especies: murciélago grande de herradura ( Rhinolophus ferrumequinum), murciélago mediterráneo de herradura (Rhinolophus euryale) y murciélago pequeño de herradura (Rhinolophus hipposideros).
Durante años, el interior de esta cueva, ha escondido un yacimiento del Pleistoceno superior. En las prospecciones del suelo de la cueva se encontraron fósiles de mamíferos de hace unos 100.000 años, así como dos enterramientos antrópicos; uno de ellos corresponde al homínido más antiguo de Aragón el “Hombre de Molinos” con unos 25.000 años de antigüedad.