Ya desde 1392 Gonzalo de Funes aparece como comendador de Cantavieja. Desde 1402 hasta 1410, Gonzalo regenta las encomiendas de Aliaga y Cantavieja, desde 1411 hasta el año siguiente, 1412, es gran prior de Cataluña y desde 1417 hasta la fecha de su muerte en 1420, fue castellán de Amposta. Y lo logró entre otras cosas por su ambición y arrojo según podemos comprobar al conocer que siendo todavía comendador de Cantavieja, en 1403, el Papa Benedicto XIII, le pidió que desistiese de sus pretensiones de ocupar el cargo de castellán de Amposta.
En el siglo XV, Cantavieja era una de las preceptorías más ricas junto a Ulldecona, Miravet y Zaragoza. Con lo cual, no es de extrañar que uno de sus comendadores fuese escalando puestos en la administración sanjuanista acumulando poder y prestigio.
Testimonio de su influencia en la comarca son San Juan del Barranco y el oratorio de San Miguel en Cantavieja mandadas construir por él y algunos escudos como el que se ve en la puerta del horno de Castellote.