Los fueros locales o cartas de población especificaban los tipos de servicios que los vasallos debían a los comendadores y bailíos por las cosas infeudadas, que habían podido ser dadas a censo en dinero, en frutos o a cierta cantidad de servicios, según se pactara entre las partes; por cuyo incumplimiento el señor podía reclamar la posesión del bien (comiso). Se sobreentendía que la serie de servicios que debía ofrecer el vasallo al señor debían provenir de contrato de vasallaje, llamado carta de establecimiento o población. Desde las cartas de población otorgadas por templarios y hospitalarios en los siglos XII y XIII, los propietarios vecinos de los lugares del territorio de la Bailía de Aliaga y la Bailía de Cantavieja debían abonar a las respectivas órdenes militares por el derecho a explotar las tierras que poseían entregadas por las mismas, una partición de frutos o de cosechas por el diezmo y la primicia, (…)
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.