En este paisaje, Blasco Ferrer representa una cascada. El fino chorro de agua que nace de unas enormes rocas divide el lienzo por la mitad. Prácticamente en el centro del cuadro el chorro se rompe al chocar con una roca que hay en el centro del curso del agua y esta se dispersa un poco.
En primer plano unas rocas redondeadas. En el lado izquierdo se representa la mitad de un arbusto y en el derecho las rocas tienen musgo en la parte baja y en la alta crecen pequeñas plantas. La pincelada es gruesa. El fondo se representa en tonos ocres y los primeros planos en tonos más fríos.