Eleuterio Blasco pinta el retrato de un acordeonista frente a un coro formado por figuras antropomórficas mitad humano mitad pez. En el centro de la composición la figura del acordeonista. Tiene la cara verde e inclinada sobre el acordeón y viste una falda o pantalón azul.
En la parte baja del cuadro y en primer plano están las cabezas de miembros del coro y sus manos sosteniendo papeles, probablemente la letra de la música. En el lado derecho una mujer de rubios caracoles forma parte del coro. El fondo de la composición, unas líneas esbozan árboles, caminos, hierba en el izquierdo y construcciones en el derecho.