Esta obra, que se acaba de presentar en La Iglesuela del Cid, y publicada por el Centro de Estudios de La Iglesuela, con la colaboración del Instituto de Estudios Turolenses, la Comarca del Maestrazgo y Agujama, es el primero de los dos tomos que componen un proyecto ambicioso, con el que se pretende realizar un estudio y catálogo, de carácter divulgativo, sobre el amplísimo mundo de la forja artesanal en el Maestrazgo turolense, comparado además con la forja de las comarcas del Maestrat y Els Ports de Castellón, comarcas limítrofes y que histórica y culturalmente se hallan vinculadas a la de Teruel y con las que se comparten, secularmente, modos de vida, tradiciones y relaciones de todo tipo (humanas, económicas…)
Este primer tomo se inicia con una Introducción, de carácter teórico, al mundo de la forja, donde de manera didáctica se explica el origen y desarrollo de este oficio desde la Prehistoria, los diferentes espacios que conforman la fragua o herrería, la materia prima y los útiles y herramientas de trabajo de los herreros y herradores y los numerosos procesos de trabajo para realizar las piezas. Así mismo, se estudia la organización gremial desde la Edad Media, que regulaba el trabajo de herreros, herradores, cerrajeros, rejeros, fundidores y otros oficios relacionados con el metal y el fuego, en diversas regulaciones de la Antigua Corona de Aragón, hasta la desaparición de estas asociaciones gremiales en el siglo XIX. La parte introductoria se cierra con una clasificación temático-funcional de los objetos realizados en forja: forja para el mundo arquitectónico, herramientas para el trabajo de la piedra en seco, el herraje de caballerías y la forja para carros, forja para la matanza, para el hogar, para la calle y el mercado, para las labores agrícolas, para la ganadería y el pastoreo, para el trabajo en el monte y la realización de herramientas para otros oficios (albañiles, carpinteros, sombrereros, sastres, cesteros, alpargateros, tejedores…). Como puede observarse en esta clasificación, la autora ha realizado una taxonomía de herrajes y herramientas que se centran en las actividades propias de los pueblos del Maestrazgo, cuya economía de subsistencia se ha basado, secularmente, en labores rurales de zonas de alta montaña y donde el oficio de los herreros ha sido fundamental, tanto para la vida cotidiana como para el resto de oficios, rindiendo con ello homenaje a estos hombres y su maestría, y con el objetivo de poner en valor el riquísimo patrimonio que aun se conserva en las calles, en las casas y en los templos.
Tras la introducción, en este primer tomo se estudia y muestra el amplísimo mundo de la forja para el ámbito arquitectónico, para el trabajo de la piedra en seco (tan importante en nuestro territorio) y los herrajes de caballerías y el trabajo para carros, dejándose el resto de ámbitos nombrados para el segundo volumen. Más de 400 fotografías en color, realizadas por la misma autora, (muchas de las cuales fueron expuestas en La Iglesuela en 2011 bajo el título expositivo “Ab ipso ferro. La forja en el Maestrazgo turolense”) ilustran cada tipo de pieza. En esta catalogación fotográfica se explica, de modo breve y sencillo, el uso y los tipos y modelos de cada herraje o pieza de forja (picaportes, llamadores, argollas, goznes, bocallaves, cerrojos… rejas, barandillas, balaustradas, veletas, cruces de campanarios, de peirones y calvarios, hacheros, tederos, candelabros, cruces de cementerio… herraduras, bocados, estribos… y las herramientas para la piedra en seco, realizadas en forja como martillos, macetas, bujardas, azadas, barrenas, mazas, palancas… Las fotografías abarcan todos los pueblos, barrios, aldeas y pedanías que conforman actualmente el Maestrazgo turolense.
A continuación, en el volumen se reproducen más de 200 fotografías de Juanjo Escrig, fotógrafo y miembro del Centre d´Estudis del Maestrat, de herrajes para puertas y otras piezas de forja de todos los pueblos que forman las comarcas de El Maestrat y Els Ports de Castellón, mostrándose las similitudes en los modelos y formas de trabajo de los herreros de éstas con las del Maestrazgo turolense. Así mismo, se incluyen ejemplos realizados en fundición, de las tres comarcas, para mostrar el proceso de industrialización de estas piezas, especialmente a partir del Modernismo.
Finalmente, se rinde homenaje a los herreros y su labor, a través del capítulo “La voz en el tiempo: los herreros de aldea”, con dos artículos: uno firmado por Pere-Enric Barreda, profesor de la Universidad de Barcelona, que estudia la labor de los herreros y “manyans” de Benassal desde el medioevo hasta nuestros días, tras llevar a cabo una labor de investigación de antiguos manuscritos en diversos archivos; y otro, firmado por el Consejo de Redacción del CEIG, donde a través de la memoria histórica y las entrevistas a los dos herreros que aun quedan en la villa, y a los descendientes de los que ya no están, se analiza la evolución del trabajo de la forja en La Iglesuela a lo largo del siglo XX, desde las formas artesanales, heredadas e inmutables prácticamente desde la Edad Media, hasta el proceso de mecanización, que se produce en las décadas de los años 50 y 60 de dicho siglo.