Varios son los datos reseñables de la Torre Figuera, quedan diversas huellas que atestiguan su nobleza y el gusto estético que se tuvo en su construcción, prueba de ello son los arcos interiores en los corrales.
Sus funciones básicas han sido tradicionalmente las referentes a la ganadería ovina y a la agricultura cerealística, aprovechando para ello las condicionantes climáticas y del terreno donde está ubicada. Se halla entre el río Bordón y la Muela Carrascosa a unos 1025 metros de altura, la zona queda salpicada de carrascas y matorrales que surgen entre campos yermos.
La conservación de la Torre es relativamente buena y todavía se explota el entorno mediante el arrendamiento a masoveros, quedando sus usos vinculados al pasto del ganado vacuno y ovino.