La Torre de los Nublos o del Exconjurador pudo ser levantada por los templarios o por los sanjuanistas, ya que su época de construcción no está clara, llevando esta algunos autores al siglo XIII y otros al XV y está actualmente incorporada al edificio del siglo XVI de la casa consistorial sobresaliendo de él tanto en planta como en alzado.
La Torre de los Nublos es de planta cuadrada de alrededor de cinco metros de lado y su obra es de mampostería reforzada por sillares en las esquinas.
En sus muros aparecen escasos vanos y conserva el remate almenado, aunque este podría ser un añadido posterior pues debajo de él aparecen las ménsulas que sostendrían el matacán corrido.
Todo el conjunto, torre y edificio, fue restaurado a finales del siglo XX.
La Iglesuela del Cid se encuentra en la vertiente noreste de la sierra de las Dehesas entre Cantavieja y la provincia de Castellón, con sus fronteras norte y sur marcadas por el río de La Cuba y por la rambla de las Truchas, respectivamente.
Tras la reconquista de la población por Alfonso II a finales del siglo XII fue entregada por el regente del reino y tío de Jaime I, don Sancho de Rosellón, a la orden del Temple para su repoblación dependiendo de la bailía de Cantavieja, que tenía jurisdicción en Villarluengo, La Cañada de Benatanduz, La Cuba, Mirambel y Tronchón. El maestre de Aragón y Cataluña, Raimundo Serra concedió carta puebla en 1224.
En 1317, al ser disuelta la orden del Temple, esta y las demás poblaciones pasaron a depender de la orden hospitalaria de San Juan.
Durante la Edad Media, esta población adquirió su carácter de villa fronteriza dado que se localizaba en el límite del Reino de Aragón con el Reino de Valencia. En la actualidad se conserva algún arco de muralla y la denominada Torre de los Nublos que era la antigua torre del homenaje del castillo templario (siglos XIII-XIV), hoy integrada en la casa consistorial.