Tejería de Fortanete

Fortanete
BIENES INMUEBLES
ARQUITECTURA INDUSTRIAL
Diversos

Aunque en nuestra comarca la mayoría de los tejados mantienen la teja tradicional no todo el mundo sabe que era realizada en las tejerías que había en cada pueblo.

Estos espacios, normalmente alejados de los cascos urbanos, se han ido desmoronando a excepción de algunos como el de Fortanete que se restauró para convertirlo en Centro de Interpretación de los Pinares a través de un proyecto iniciado en 2001, cerrando la bóveda del horno, que se mantenía abierta cuando no estaba en uso, para evitar su deterioro.

En 2014 durante el estudio encargado por la Comarca del Maestrazgo al etnólogo Félix Rivas, uno de los vecinos de Fortanete, Romualdo Buj, nacido en 1926, nos aportó valiosas informaciones para conocer el funcionamiento de la tejería y que copiamos aquí.

La arcilla la cogían de un bancal en los Llanos, los Pozos Tejeros les dicen. Tenían un pozo cuadrao en el patio aquel, echaban allí la arcilla, había una fuente que aún está el gamellón, la amasaban allí con los pies y agua fría.

Tenían un molde de teja, la sacaban y la dejaban en el solar que hay allí que se secara al sol. Si le venía una tormenta toda tendida, el hombre decía: si hay Dios no sé qué no sé cuántas, después de trabajar toda la teja que la tenía pa que se secara le venía una tormenta y toda deshecha, a volverla a amasar. Entonces no había plásticos. Y arrancar bojes pa cocerla.

Con un burro iban a los pozos los tejeros y a sacar tierra. Tenía que quitar de arriba la tierra mala y abajo le salía la arcilla, eso aún está en un bancal.

Compuesta por la vivienda y el horno de los antiguos tejedores de la localidad.

La tejería estuvo a cargo de una familia murciana o alicantina ajena al pueblo hasta mediados de los años cincuenta del siglo pasado, la cual emigraba temporalmente a Fortanete de primavera a otoño para realizar el trabajo. El horno de ladrillo tiene una cámara para meter la leña de arcos de aproximación de hiladas que forman una rejilla dejando entrar el aire caliente en la cámara superior donde se apilaban las tejas.

El producto más importante del taller fue la teja, aunque también realizaban ladrillos.


Autor: Sofía Sánchez Giménez