El Monumento Natural de los Órganos de Montoro se encuentra ubicado en el centro occidental del término de Villarluengo (unos 114ha.) y el suroriental del término municipal de Ejulve (unos 74ha). Así tenemos un total de 188ha., entre la Comarca del Maestrazgo y la Comarca de Andorra-Sierra de Arcos declaradas, como Monumento Natural como consecuencia de su enclave natural y su singularidad ecológica y paisajística.
Esta zona también les afecta otras figuras de protección como la Red Natura 2000, el ZEPA Río Guadalope- Maestrazgo y el LIC Muelas y Estrechos del Guadalope.
Por su formación también esta considerado como Punto de Interés Geológico y también Punto de Interés Fluvial, por recorrer el río Guadalope paralelo a los Organos, que lleva las aguas limpias, proporcionando nutrias y de una rica fauna piscícola, con truchas, barbos, madrillas y bermejuelas. También podemos encontrar en las vertientes sabinas negrasa, enebros, carrascas y pinos, y en los márgenes del río la vegetación de ribera, chopos, sauces y juncasles.
La formación de los Órganos de Montoro parte del Jurásico y Cretácico cuando se depositaron en el mar que había en la zona una importante serie de calizas. Poco a poco en el período Cretácico inferior, fue interrumpida los depósitos de los sedimentos marítimos que fueren a poco a poco substituidos por sedimentos fluviales y lacustres, y ya en el período Cretácico superior es cuando se produjo definitivamente la retirada del mar.
Durante la primera mitad del Terciario durante el curso de la Orogenia Alpina los materiales que había se fueron deformándose, y produjeron una serie de pliegues con una dirección dominante de la Cordillera Ibérica NO-SE, pero también podemos encontrar en esta zona otras orientaciones como E-O y NE- SO. Las erosiones, emersiones y plegamientos acabaron a finales del Terciario, con un arrasamiento de las estructuras formadas, dando un relieve llano, llamado superficie de erosión fundamental, en que se puede ver en cotas de 1.300m.
Durante el período del Cuaternario la red fluvial se encajo y fue excavando el valle del Guadalope, el río Pitarque y los barrancos que nos encontramos en la zona. En algunas zonas van excavando los materiales más blandos y en otros cortan transversalmente los pliegues. Por lo tanto tenemos que el encajamiento del río Guadalope siguiendo el eje del pliegue sinclinal es el primer desencadenante de la labor de modelar el terreno. Los materiales que nos encontramos en la zona donde se encaja el río y va erosionando, son margas y calizas, materiales que son muy fáciles de modular y erosionar, comparadas con las calizas, ya que estas son muy blandas. A medida que se iban erosionando los materiales, salía a la luz la pared calcárea que como consecuencia de su exposión a la lluvia y el agua de escorrentía, se fue modulando y labrando multitud de regueros verticales, cada vez se hicieron más profundos, descomponiendo la ciclópea cresta en una serie de agujas puntiagudas, formando lo que hoy podemos ver.
La vegetación que hay cronológicamente se encuentra en la región Mediterránea, provincia Castellano-Maestrazgo-Manchega, sector Maestracense. El tipo de vegetación dominante es típica de montaña media mediterránea con predominio de carrasca (Quercus ilex rotundifolia) y de matorrales esclerófilos entre los que destaca, por su presencia, la sabina negra (Juniperus phoencia). Está catalogado como ” especie sensible a la alteración de su habitat”, rabo de gato ( Sideritis Fernández-casaií), y como “especies de flora de interés especial”, hierba de Santa Rosa (Paennia officinalis microcarpa), tomillares de (Thymus godayamus), y acebo (Iles aquafolium).
La fauna destaca la presencia de aves rupícolas, con la existencia de uan de las poblaciones de buitres leonado (Gyps fuluvs) más importantes de la Península Ibérica, así como la numerosa poblaicón de cabra pirenaica (Capra pyrenaica), entre otras especies.