Se trata de una circular dirigida a la milicia de los Voluntarios Realistas y data del 1757. El rey Fernando VII pretendía que fuesen los milicianos a su servicio los encargados de la limpieza y seguridad de las vías de comunicación, libres de malhechores y bandidos, tarea de suma importancia para la seguridad ciudadana.
Literalmente les dejaba encomendada ” la persecución de los malhechores y seguridad de los caminos, que debe serles de tanta satisfacción como estímulo…son susceptibles de otros mas arduos desempeños en tiempo en que se hace preciso redoblar la vigilancia para corresponder dignamente a las sabias disposiciones de S. M.”
El monarca en sus circulares conocía la importancia de la palabra e intentaba colmar sus circulares de la prosa más respetuosa hacia su pueblo y milicia: ” El mejor de los monarcas no anhela más que la felicidad de sus vasallos , y como padre tierno quiere reine la paz entre sus hijos predilectos.”