Es una construcción muy similar a los hornos de Mirambel y de La Ginebrosa. Su exterior es sobrio, con una sencilla puerta de acceso adintelada.
En su interior hay una única estancia, dividida en tramos por seis arcos perpiaños apuntados, que soportan una estructura de madera a doble vertiente. Al fondo se encuentra la olla u horno propiamente dicho, con la boca en arco rebajado, todavía en buenas condiciones y listo para ser utilizado.
Desconocemos la fecha de la construcción del horno, si bien sus arcos apuntados sugieren un origen medieval. En 1244 está documentada la existencia de un horno bajo dominio templario en la localidad.