Herrería compuesta por dos estancias con una puerta entre ellas. Una, la cerrada, constituye la planta inferior de una edificio de vivienda con el que originalmente no tenía acceso directo. La otra se encuentra adosada a la anterior y es un porche abierto, usado para el herrado de caballerías, y situado debajo de un pequeño pajar.
El conjunto se encuentra en un pequeño desnivel en una calle de salida del pueblo hacia sus afueras, y anexa a una antigua carpintería.
En el rincón entre herrería y carpintería se conserva una interesante canalera vertical o bajante de aguas compuesta por piezas de cerámica.
La estancia cerrada ocupa 15 m2 de superficie y en su interior conserva restos de la chimenea de la fragua y el sistema de anclaje del fuelle. El resto se ha perdido completamente.
Tanto en la puerta de entrada como en la que comunica las dos estancias se aprecia la marca de haber tenido clavadas durante largo tiempo algunas herraduras, seguramente como señal y anuncio del oficio que se desarrollaba en su interior.
Tiene un ventana con reja de vástagos insertos entre si. En su lateral interior conserva el dibujo de lo que parece la silueta de una bocallave en forma de corazón.
También encima de la puerta principal se conserva una baldosa blanca en la que aparece en letras azules el letrero “HERRERÍA”.
La presencia de la baldosa permite aventurar la datación de esta construcción al menos hacia la segunda mitad del siglo XIX.
Se mantuvo en activo como herrería hasta la década de 1970.