Herrería de planta rectangular situada en las afueras de la localidad. Al parecer, originalmente se componía de una estancia con la fragua y el yunque a la que se adosaba en su parte delantera un porche abierto que posteriormente fue completamente cerrado y que antaño debió de usarse como lugar de herrado de caballerías. En la actualidad su espacio interior se encuentra bastante trasformado. Es diáfano salvo una pequeña estancia al fondo a modo de almacén. La fragua se sitúa al fondo y adosada a la pared lateral del lado Este tal como demuestra la salida de humos de la chimenea. Frente a la fragua está el yunque, con su eje mayor perpendicular a la pared a la que se adosa la fragua. Conserva en una de las paredes una serie de pequeños colgantes donde se colocaban los diferentes modelos de herradura.
Las paredes son de mampostería y la cubierta, a un agua (pero de diferente caída sobre cada una de las dos estancias originales), con vigas de madera entre las paredes laterales, tablas y con teja árabe.
En el espacio delantero, que debió de estar abierto, se conserva una placa de cerámica blanca con letras azules que indica «48./HERRERÍA» refiriéndose posiblemente al número del solar en que se sitúa el edificio.
A juzgar por la presencia de la baldosa cerámica podría datarse la construcción de esta herrería en algún momento del siglo XIX, lo que parece reforzar el recuerdo oral de que antes de ella se situaba en otro emplazamiento cercano.
Dejó de utilizarse como herrería profesional hacia el año 1965.
En la actualidad se conserva en uso.
