Edificio de planta rectangular, construido con mampostería encalada y sillería en las esquinas. Presenta un atrio de entrada con tres arcos, dos de ellos tapiados y con cubierta a dos aguas.
Tiene una sola nave de tres tramos, cubierta de bóveda de medio cañón con lunetos, sobre una imposta continua de moldura barroca decorada con pinturas populares; hay restos de pinturas, que representan al Ángel de la Guarda. A los pies se sitúa el coro, sobre forjado de madera.