Situada junto a un camino rural, es una pequeña ermita de planta rectangular y con una sola nave. Realizada en mampostería vista con sillares para reforzar las esquinas, carece de vanos, contando únicamente con la puerta de acceso en la fachada principal. Esta portada es adintelada y formada a base de sillares. Las fachadas anterior y posterior tienen forma de hastial, y la cubierta cuenta con dos vertientes. Debido a su estado ruinoso, carece de decoración y de bienes muebles. Se trataba de un templo construido para el culto en las masadas de La Hoya, Cuartico Cañada y Montañana.
Según las informaciones dadas por el historiador Jesús Villarroya, se ha notificado una posible cronología sobre la fundación de la ermita, tal y como se refleja en algunas visitas pastorales de los siglos XVIII-XIX. En la visita de 1771, se ha constatado que la ermita de San Vito se inauguró en 1704 y los vecinos masoveros cercanos la custodiaban y gestionaban. Por último, en un informe posterior a la Guerra Civil Española, se notificó su estado de deterioro y actualmente se encuentra en ruinas.