Central Eléctrica de los Íñigo. El salto quemado

S.XX
Villarluengo
Pitarquejo
BIENES INMUEBLES
ARQUITECTURA INDUSTRIAL
Fábricas
Central Eléctrica de los Íñigo.
Vista general

Central eléctrica de embalse, formada por  una presa sobre el río de pilotes de madera, un pequeño canal de desviación hasta el salto de agua y las instalaciones. Compuestas por una turbina hidráulica sistema Francis de 100 CV, un alternador Oerlikon de 80 KV a 220 voltios, 750 vueltas por minuto y 50 herzios de frecuencia, y por último, un transformador para elevar la tensión a diez mil voltios entre fases y poder así ser transportada hasta su destino.

Actualmente solo se conservan las ruinas del edificio tras el incendio sufrido, y el paso del tiempo, por lo que se conoce popularmente por el salto quemado.

En 1920 la empresa Iñigo Hermanos adquiere a Ramón Castel los derechos hidráulicos del río Pitarque, creando así una pequeña central eléctrica para abastecer de energía a la fábrica textil-harinera de Aliaga y a otra pequeña fábrica textil en Pitarque. De esta forma podían derivar tres  mil litros por segundo del río hacia un salto de unos once metros aproximadamente. Del proyecto se encargo Don Juan Ramón Iñigo Zaera, quien encargó el proyecto, compró la maquinaria y dirigió su construcción,

Estuvo en funcionamiento hasta enero de 1948 cuando un maquis operativo en la provincia de Teruel atenta contra la central causando un incendio, que destruyó el edificio y paralizó la actividad de las fábricas a las que abastecía de energía. Tras este suceso la empresa Juan Ramón Iñigo S. A., a la que había pasado la propiedad en 1942, decide llevarse parte de las maquinas a Segorbe (Castellón) para continuar allí su actividad.