Más información en: Casa Fortea de Bordón.
Casa Fortea es el inmueble más monumental de Bordón, después de la iglesia parroquial con la que actualmente confronta al otro lado de la plaza. Se trata de un gran edificio construido alrededor de 1862, que es la fecha en que se colocó su suelo embaldosado.
La época de los grandes palacios ya había pasado y en esta zona de montaña, hay pocos ejemplos de esta arquitectura nobiliar de nueva planta ya que las grandes familias se habían asentado en los núcleos urbanos cercanos, especialmente Valencia, desde mediados del siglo XVIII.
Nos interesa este palacio por ser prácticamente único en su género en la comarca ya que no ha sufrido reformas importantes y parece mantener estrictamente su plan de ejecución original.
Su última propietaria dejó el inmueble en herencia a la familia Mampel quienes durante décadas se habían mantenido al tanto de sus cuidados y conservación. Es un edificio muy amplio y muy auténtico ya que no tiene fases históricas ni una orografía o urbanismo al que deba adaptarse. Los espacios de distribución y las estancias son muy amplios, luminosos y aireados.
La puerta adintelada, fue reformada pero es de las pocas adaptaciones actuales que se han hecho. Esta da a un gran zaguán con dos arcos rebajados y con el suelo enguijarrado de donde arranca una escalera con barandilla de madera de reminiscencias barrocas que nos recuerda a la de la casa Matutano-Daudén en La Iglesuela del Cid, aunque mucho más modesta y decorada con cerámica esmaltada en blanco y azul.
En esta planta baja hay un par de estancias a ambos lados de la puerta principal. Frente a la escalera está la cocina con una gran campana y una buena colección de ollas y cazuelas cerámicas usadas y el acceso a la bodega, donde 7 enormes cubas nos dan idea de la importancia de la elaboración del vino para esta familia que debió tener en propiedad algunas tierras dedicadas al cultivo de la uva. También desde esta planta, se accede al patio donde está la prensa acompañada de una canalización que vertía el zumo hasta la bodega.
En la primera planta el espacio se distribuye simétricamente a ambos lados del rellano de la escalera. La parte que da a los patios tiene una sala muy amplia iluminada por un gran balcón con el techo pintado simulando una sombrilla de tela. A ambos lados hay otras dos habitaciones con alcobas. La del lado izquierdo es más ambiciosa y guarda tres de las cuatro mesitas esquineras que formarían conjunto con una mesa y algunas sillas más, según recuerda la actual propietaria de la casa.
Los tres espacios conservan la decoración original muy colorida con frisos florales. En el centro de la sala principal, en dos baldosas aparece una inscripción que nos da una valiosa pista sobre la cronología de la casa.
Inscripción
Baldosa 1: 1050=Ladro/Soy para/La/Ingresuela/para el que/los Pague/se Reciba. En el lateral: Año 1862
Baldosa 2: Viva el/Eng__drador/de los/Ladrillos
Siete años después de la colocación de la baldosa en la casa, tenemos constancia de un documento que menciona a Francisco Fortea, vecino de Bordón, litigando contra Ramón Garriga que representa la sociedad de José Garriga y Hermanos de una importante familia de empresarios y banqueros barceloneses. Podría ser este Francisco de la familia propietaria de la casa. No hemos rencontrado más referencias a esta familia, por eso hemos querido incluir esta información.
Siguiendo con la descripción al otro lado de la escalera igualmente hay una sala con otras dos laterales con alcobas con ventanas y un balcón que dan a la fachada principal.
Finalmente, subiendo las escaleras llegaremos a la falsa que no se encuentra compartimentada con lo que podemos apreciar la envergadura de la estructura de vigas que soporta el tejado a cuatro aguas.