Existen dos elementos significativos de este edificio. En primer lugar, el acceso, donde la casa genera un ángulo recto con la casa anexa, mostrando ambas una amplia fachada. No obstante, Éste se realiza por un vano abierto en el muro, que debería corresponder a la otra casa, justo en el ángulo de coincidencia. Además, también se han abierto sendos vanos alargados, que conservan carpintería antigua, con antepecho de madera el del primer piso.
En segundo lugar, el balcón ubicado en la segunda planta; una estructura bien resuelta, que se adapta al ángulo de la casa, y que, realizada en madera, utiliza las técnicas y elementos estructurales habituales en este entorno. El balcón vuela sobre cinco canes, o vigas embutidas, en el muro de la fachada mayor. Los canes del plano de dicha fachada son de menor tamaño, mientras que los que deben volar para soportar la parte del balcón de la fachada menor son prácticamente del doble de largos. Asimismo, los canes menores son de una única viga de madera, mientras que el can más largo se compone de dos vigas. Sobre los canes, se coloca la tablazón del suelo propiamente dicho. La barandilla está formada por balaustres torneados, con dos balaustres de sección cuadrada en los ángulos y otros dos en el antepecho principal. Éstos aparecían decorados con elementos vegetales, prácticamente perdidos en la actualidad. El barandal, o listón, que une los balaustres en su parte superior, también recogía una fina greca de ondas en relieve.
El alero de la cubierta apea en una gran viga longitudinal que su vez se sustenta en dos pilares con sus correspondientes capiteles tallados. Otros tres canes reciben dicha viga desde el muro. Además de su uso estructural, estos canes se utilizaban para colgar la lana a secar, lo que nos podría indicar que todo este balcón tuviera que ver con una finalidad y con un uso, en relación con la importancia que tuvo la manufactura de la lana en la localidad.