Casas cuyo único elemento destacable son los arcos de medio punto con dovelas de piedra, los cuales se abren como vano de acceso al interior de la casa.
El historiador local Jesús Villarroya ha facilitado algunos datos históricos de relevancia.
En el portal 28, se localizaba la Casa del Curato, la cual fue vendida por el Obispado de Teruel a finales del siglo XX, siendo posteriormente rehabilitada por su nuevo propietario y utilizada como segunda residencia.
En el portal 30, la casa en cuestión fue adquirida por Pascual Villarroya Marqués en 1869 y formaba parte de los bienes desamortizados. En 1871 adquirió también una pequeña arreñal existente detrás de esta casa, construyendo en la parte derecha una hornacha para la caldera de los tintes, mientras que en la parte izquierda había un corral y un cuarto para los telares sobre éste.
