Se trata de una casa noble a juzgar por la factura de la fachada con sillería bien cortada y la portada y ventana superior correspondientes a un elaborado trabajo de cantería.
La portada es de arco de medio punto con grandes dovelas de piedra sillar bien labrada, además de estar alineada con una ventana festejadora. Tiene un arco geminado sin columnilla central, con imposta decorada con flores. Esta parte de la fachada mas culta y mejor conservada parece haber sido compuesta en un mismo momento por el encaje de las piezas de sillería que conectan puerta y ventana, un momento más próximo al gótico que al Renacimiento.
Por otro lado, los vanos del resto de la fachada han sido abiertos o reformados posteriormente, especialmente el amplio balcón con barandilla de madera moderna.
La planta que se corresponde con la falsa tiene dos pequeñas ventanas. En este nivel la fachada pasa a ser de mampostería, por lo que podemos pensar que se trata de un recrecimiento posterior al plan inicial del edificio, el cual conllevaría también la sustitución del alero. Este se compone de canes de buen tamaño, con cabezas talladas con pequeñas volutas. Conserva también un vano de iluminación cuyo dintel de madera ha sido tallado para dotarlo de derrame interno, con su frente decorada con denticulados.