Esta casa, actualmente dividida en dos inmuebles, debió de ser imponente a juzgar por la puerta flanqueada por dos pilastras y arco adintelado.
La cornisa con dos bolardos a los lados se rompió para abrir un balcón moderno, probablemente sobre el antiguo frontón. El diseño de la puerta nos acerca a los inicios del siglo XVII en consonancia con otros palacios como la Casa Peña, en Villarroya de los Pinares. La carpintería parece corresponderse también con esa cronología formando un conjunto en el que merece la pena detenerse.
En esa misma planta baja, a la derecha de la puerta hay una interesante ventana adintelada con los sillares e forma abocinada y con un grueso alféizar moldurado. La carpintería fue reformada y dada la altura de la ventana sería extraño que no tuviese reja, aunque en la parte visible no se vean los agujeros.
En el piso superior hay dos balcones bolados de antepecho metálico abiertos en época moderna y, sobre estos dos, pequeñas ventanas cuadradas bajo el alero, que se corresponde con la falsa. El alero es de madera sobre canes sencillos.