Esta casa es una de las más singulares y mejor conservadas de Cantavieja y está siendo reformada en 2022, respetando los valores originales del edificio. Ha pasado por varias generaciones de la familia Oliver, aunque desconocemos desde cuándo.
La fachada, que ya ha sido intervenida, se articula a partir de un eje central formado por una portada de dovelas no demasiado grandes. Sobre ésta, hay un gran ventanal que se corresponde con la sala principal, con sus dos alcobas, con embocadura de yeso. En el piso superior, en el mismo eje, otro vano de importantes dimensiones da acceso a un balcón soportado sobre gruesos canes con volutas renacentistas. Tiene una extensa baranda de madera dividida por un poste que aporta estabilidad. Los canes son originales y aunque la barandilla ha tenido que ser sustituida, por su mal estado de conservación, la nueva reproduce las dimensiones y aspecto de la anterior.
El alero es muy curioso porque en lugar de canes, se sostiene gracias a la prolongación de las vigas de la salas. Son vigas finas que en su extremo fueron también decoradas con volutas.
A la derecha de la portada, en el piso superior, hay una hornacina con un lienzo de la Virgen del Rosario que se abre y adorna para la procesión del Corpus Christi, que realiza aquí una de sus paradas. En la parte superior derecha, sobre la hornacina, podemos ver una celosía de yeso cuadrada. Se trata de una licencia moderna pero bastante acorde al estilo de la fachada.
Es curioso también que las ventanas sean todas de vigas adinteladas y no tengan, ni las ventanas ni las esquinas de la casa, sillares bien cortados o alféizares con molduras que han podido quedar pasados de moda en la fecha que consta en su alero: AÑO 1617.
En el interior, la reforma ha respetado la roca que forma el suelo original, la escalera de yeso, la distribución, las vigas y carpinterías originales,… También se preservará la cocina en la planta baja y su campana proyectada en los pisos superiores que recuperará su función. Los suelos originales a excepción del de la entrada son de losa cerámica. La de la primera planta rectangular y la de la planta superior cuadrada y de pequeñas dimensiones con un importante detalle, en una de ellas consta el año 1882.