Casa del Obispo Alfonso Milián. La Cuba

S.XVII
La Cuba
Calle Obispo Milián s/n
BIENES INMUEBLES
ARQUITECTURA CIVIL
Casas

Esta vivienda fue el hogar de Alfonso Milián (1939-2020), un importante clérigo originario de esta localidad. 

En lo que respecta a una descripción de su casa, la vivienda posee una fachada de mampostería tradicional, aunque una parte de ella se encuentra enlucida. También posee tres balcones de carpintería y un par de ventanales originales y tradicionales, como en otras viviendas de nuestra comarca. Sin embargo, su alero es de moderna factura, aunque imita los canes de la decoración tradicional.

Por otro lado, algunos aspectos relevantes se encuentran en su interior, el cual se compone de tres plantas: una planta baja, que incluye la cochera y un recibidor, la primera planta, donde se localizan las habitaciones, comedor y estancias, y un granero al que se accede a través de una escalera.

En la cochera, destaca una importante colección de instrumentos agrarios (rastrillos, herraduras, yugos), mientras que en el recibidor también se incluyen algunas cestas de esparto tradicionales de La Cuba o elementos de forja, como llaves antiguas u hoces. Asimismo, según comenta el secretario municipal, la planta baja de la vivienda de Milián funcionó en algún tiempo como la fonda del pueblo, quedando un viejo ventanal de madera como testimonio.

En la primera planta, la mayor parte del interior se ha enlucido, aunque hay algunas paredes que conservan la mampostería tradicional, incluso tienen algún pequeña hornacina en excelente estado de conservación. Asimismo, en esta planta se encuentra un importante patrimonio fotográfico de su vida y de las personas que Milián conoció a lo largo de ésta, además de monedas de la década de 1870, documentos de cuantioso valor histórico, con antigüedades de casi 200 años, o antiguos libros de su infancia. También conserva algunas ropas de esparto, tales como cestas y alpargatas antiguas. Fue en esta planta donde la familia del obispo y él mismo vivían cotidianamente.

Por último, el granero conserva su decoración interior tradicional, en baldosa de arcilla, aunque su techumbre se modificó con modernas vigas de madera. Sus paredes se encuentran enlucidas y también tienen cestas de esparto decorativas, incidiendo en su origen cubano. Por otro lado, destaca un conjunto de arcones en los que Milián guardaba ropajes tradicionales, como camisetas, blusas y camisones infantiles, además de vestidos, delantales e incluso una pequeña figura de Cristo en un pesebre.