La tradición oral del municipio recoge en torno al horno actualmente conservado la existencia de una judería que se correspondería con el Barrio Alto, atribuyéndole además el uso de este ingenio a los practicantes de esta religión cuando no era utilizado por los cristianos, presuponiéndole así una antigüedad de 500 años aproximadamente. Incluso se llega a apuntar que pudo ser la sinagoga para posteriormente ser reconvertida para usos de carácter civil, como es el caso, en un horno.
Al tratarse de memoria oral, todo lo precisado anteriormente no tiene un fundamento sólido, sin embargo, sí se sabe gracias fuentes escritas que no consta a mediados del siglo XV que ningún judío habitase de forma estable en Cuevas de Cañart. De tal forma, en protocolos notariales de localidades como Calatayud o Albalate si constan judios que se trasladaban a Cuevas para abrir o cerrar negocios, pero sin habitar de forma permanente.
La orden de expulsión de los judios en España fue a finales del s. XV, concretamente el 31 de marzo de 1492 bajo el reinado de los Reyes Católicos.