En 2018, la Comarca del Maestrazgo impulsó la restauración de un banco de madera de nogal y grandes dimensiones ubicado en el coro de la iglesia de Tronchón. Se trata de la pieza de mobiliario de mejor factura y más culta entre el patrimonio cultural de los pueblos de la comarca. Está adornada con unas figuras fantásticas con cabeza de mujer, y humanas hasta la cintura, con dos alas desplegadas formando el apoyabrazos. En la parte alta del banco hay un escudo barroco con una luna abierta hacia abajo sobre un ajedrezado y la luna también ajedrezada. El banco se remata con la siguiente inscripción: “LO HIZO F.I D.N MANUEL DE SADA I ANTILLON”.
Con esta pista tan explícita, se inició una pequeña investigación que nos ha permitido demostrar la importancia de la pieza y del personaje que la mandó hacer.
Don Manuel de Sada y Antillón, nació en Tudela en 1677, hijo de Juan José de Sada y Secanilla y Mª Teresa de Antillón. Uno de sus hermanos, Fernando de Sada y Antillón, marqués de Campo Real, fue propietario del palacio de Sada en Sos del Rey Católico que se adorna con el mismo escudo que aparece en el banco de Tronchón.
En 1694, con tan solo 18 años ingresó en la orden de San Juan y comenzó su carrera militar. En 1707 participa en la Guerra de Sucesión y es citado como comendador de Tronchón en un texto publicado por el historiador José María Barella basado en un documento notarial que menciona a Manuel de Sada por haber recuperado en Zaragoza el oro de unas jocalias sustraídas por el ejército a la iglesia de Tronchón, durante la Guerra de Sucesión.
También firma como Comendador de Tronchón en algunos documentos de entre 1711 y 1714 mencionados por J. Miret y Sans, aunque desconocemos cuantos años ocupó dicho cargo. Además, fue comendador de Castellote hasta su muerte, bailía limítrofe con el término de Tronchón.
Tras los trabajos de restauración, se piensa que el banco llegó en piezas al coro de la iglesia y allí fue ensamblado y parece lógico pensar que esa pieza se encargó para ese lugar y no llegó procedente de la parroquia de Castellote.
Siguiendo con su trayectoria, desde 1732, fue Castellán de Amposta, fue nombrado Virrey de Navarra hasta 1759 y en ese año lo nombran Capitán General del Ejército del Reino de Valencia.
En 1764 fallece y es enterrado en un sepulcro en San Juan de los Panetes en Zaragoza cerrado con una piedra negra.
Existe un retrato del personaje perteneciente al Museo del Prado y depositado en la Academia de Historia. El cuadro, de pintor anónimo, fue comprado al Marqués de Campo Real en 1883, por una Junta de Iconografía Nacional que quiso crear una galería de hombres ilustres de la historia de España. Se compraron varios retratos y se encargaron copias de otros de diferentes procedencias, pero no se pudo culminar el proyecto.