El fin de semana del 18 y 19 de noviembre el centro social de Aguaviva acogerá la exposición fotográfica “Una mirada a Santolea”. La muestra está impulsada por la asociación Santolea Viva y la Comarca del Maestrazgo. El sábado abrirá sus puertas en horario de 12:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00 mientras que el domingo lo hará de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00.
Esta propuesta busca hacer reflexionar al visitante sobre el precio y el impacto del supuesto progreso; la trascendencia irreversible de la decisión de promoción de unas zonas en base a su vigor económico y la certificación de la declinación y condena de otras para ello. Estas imágenes buscan llevar hasta el público el impacto de la extinción de un pueblo. El instante de congelación de una historia que hundía sus raíces en la Edad Media y que vio cercenada su continuidad y la de sus gentes en el trágico siglo XX. En febrero de 1972, la torre mudéjar, su último vestigio, fue demolida con 7 cargas explosivas para asegurar la imposibilidad de regreso de los 750 santoleanos que fueron privados de sus raíces.
Las instantáneas comprenden un espectro que va desde las obras iniciales y los paisajes previos a la anegación del terreno, a los retratos de personas con nombres y apellidos. También tienen cabida las fotografías de calles del trazado urbano de la localidad, incluso aparece el bus de línea que conectaba Santolea con Alcañiz –una de las localidades que se benefició del agua del futuro pantano–. Festividades como la “Encamisada” y personalidades del pueblo como el párroco, el veterinario, el médico y el farmacéutico o Mariano el cartero de Santolea, también cuenta con su espacio en esta panorámica; elementos etnográficos como el “Abrevadero de la Casa Mayor”, el Lavadero y el Horno pueden ser visualizados de igual modo. El espectador también podrá contar con elementos de sus construcciones más distintivas así como la presencia de las gentes como la “Reunión de las Cuatro Esquinas” permiten reunir perspectivas de todos los ámbitos.
Esta exposición pretende ser la alegoría de un recuerdo tanto revelador como reparador.