La Iglesia Parroquial de Cantavieja atesora cuatro enormes libros de coro miniados en pergamino que se van alternando para su exposición en la recién restaurada sala capitular.
Junto a algunos fragmentos del coro y del antiguo órgano (único instrumento permitido dentro de la iglesia hasta hace poco), estos libros han resistido al paso del tiempo, aunque los cambios en la música religiosa cantada, propiciados por el concilio Vaticano II, han logrado apagar su voz más allá de los destrozos de las guerras.
Un ilustre mirambelino ofreció, en 1824, los cuatro libros que se conservan en Cantavieja elaborados en pergamino y decorados con exquisitas miniaturas, y así consta en la primera página del primero de los tomos. A D. António de Pastór Presbitero et in sacris Praecentóre scriptum, in cantu ordinátum, et B.M.V. de Columna dicátum. Anno à Nativitáte Domini, MDCCCXXIV. (Antifonario hispano para uso en la iglesia de Cantavieja. Tomo Primero. Escrito por D. Antonio Pastor, presbítero y primer cantor sagrado. Ordenado para el canto. Dedicado a B.M de Columna. Año de la Natividad del señor 1824).– Traducción de Manuel Vicente Febrer Romaguera-