El pasado lunes día 6 de abril – lunes de pascua- se celebró la tradicional fiesta dedicada a san Blas en el municipio de Cantavieja. El día del patrón es el 3 de febrero, este día se realiza una misa en la ermita de San Blas en la que los mayorales regalan a los allí presentes royos bendecidos.
Son dos, los mayorales encargados de organizar la fiesta en la ermita advocada a este santo, pertenecientes al término o partida de san Blas. Desde hace años, estos deben ser propietarios uno de ellos de una masía y otro de una granja, los cuales se encargan de nombran a los mayorales del año siguiente.
Por la mañana se acude a la ermita donde se oficia una misa y se bendicen alimentos – santo protector de los males de garganta- que llevaran las gentes del pueblo, generalmente galletas o caramelos. Tras esta celebración se realiza la particular “tranza” que servirá para sufragar parte de los gastos de la fiesta.
A medio día los mayorales invitan a todo aquel que ha ayudado a organizar la fiesta a una comida, y desde no hace mucho tiempo, la mayoría de las gentes del pueblo comían en los bancales de los alrededores de la ermita.
Por la tarde se sueltan vaquillas, es en esta fiesta cuando comienzan los festejos taurinos en Cantavieja, desde San Blas –enero- hasta Peña Taurina –octubre-, todas las fiestas celebradas en esta localidad vienen acompañadas de estos festejos. Es una tradición muy arraiga en el pueblo, sabemos que en el s. XVIII ya se realizaban festejos taurinos como uno de los actos de celebración por la llegada de las reliquias de Santa Vicenta a esta villa en 1782. Entrada la noche los organizadores de la fiesta colocan unos tableros bajo el pórtico de la ermita donde ofrecen cena para los allí presentes. Para finalizar la celebración se realiza una verbena en una de las cocheras de las casas de la ermita.