El Museo de Molinos acogió el pasado 3 de Agosto, con una destacada participación del público, la inauguración de la exposición El último suspiro de Don Quijote, que sirvió a su vez de acto inaugural al ciclo de actividades culturales que se están desarrollando en la Comarca para homenajear a Cervantes en el cuatrocientos aniversario de su muerte.
La exposición que permanecerá abierta al público hasta finales de Septiembre, o principios de Octubre, y que esta comisariada por Sofía Sánchez e Inmaculada Real, muestra gran parte de la obra que Eleuterio Blasco Ferrer dedicó a Don Quijote, a quien el artista turolense consideraba un icono de quienes como él sufrieron el exilio.
Blasco Ferrer donó esas obras a Molinos, de donde era natural su madre, y ahora pueden verse en la sala que lleva su nombre. En esta importante colección de escultura, pintura y dibujo, además de un abundante fondo documental, se puede comprobar como Blasco dedico especial atención a la figura del Quijote. Una de sus obras “El último suspiro de don Quijote” es la pieza más importante del museo y una de las más reconocidas por la prensa y la crítica de arte a nivel internacional.
Además de esta obra, en la exposición pueden verse otras esculturas, así como dibujos, y variada documentación, toda relacionada con el Quijote y que muestra la importancia, e identificación que tuvo el personaje, para el artista Eleuterio Blasco Ferrer.