Sensibilizar sobre el grave problema de la violencia de género y la importancia de tejer redes de apoyo social es el objetivo de la acción que ha tenido lugar estos últimos días en el Maestrazgo.
Esta acción, impulsada por las áreas de Patrimonio Cultural y Servicios Sociales de la Comarca, en colaboración con asociaciones de mujeres, ayuntamientos y el IASS, se ha desarrollado en Mirambel, Cantavieja y Castellote.
La actividad comenzó el martes en Mirambel, donde varias mujeres del pueblo se reunieron con la psicóloga de la Comarca, Gema Prades, para hablar de violencia de género, actitudes machistas y micromachismos mientras trabajaban cortando ropa para realizar grandes ovillos de colores. La actividad se repitió el miércoles en Cantavieja y el jueves en Castellote. Mientras las mujeres cortaban ropas, hacían el hilo y ovillaban, Gema Prades avivaba el debate planteando preguntas, hablando de casos y situaciones cotidianas en torno a los comportamientos machistas, a cómo los tenemos interiorizados y como afectan a los jóvenes, tratando de explicar cómo se pueden combatir. Las mujeres participaron activamente en el debate, aportando ideas y experiencias, y entendiendo que hay que cambiar cada una para cambiar la sociedad.
Prades insistió: “Por todo ello las redes de apoyo social pueden brindar otros puntos de vista para resolver el problema, sintiéndose apoyadas y comprendidas desde un ámbito psicológico, económico y familiar para favoreciendo el cambio”.
La segunda parte de la actividad consistió en tejer una red con los ovillos que previamente habían preparado las mujeres en las sesiones anteriores y que estuvo dirigida por Remedios Clérigues.
Clérigues es una artista turolense muy reconocida, y es que sus instalaciones causan impacto siempre que las desarrolla porque procuran la reflexión sobre temas que afectan a toda la sociedad y en muchos casos se desarrollan teniendo en cuenta la participación de la comunidad.
En Cantavieja la red se tejió el viernes por la tarde en el Centro Cultural, ya que en la calle hacía bastante frio, mientras que en Mirambel se tejió el sábado por la mañana en el trinquete bajo el Ayuntamiento, y en Castellote el sábado por la tarde en la zona de Caballón.
Si durante las jornadas de ovillar participaron solo mujeres, a la hora de tejer se sumaron también bastantes hombres, niños y niñas, y todos colaboraron en la medida de sus posibilidades. Con unas grandes agujas de tres metros de largo, Remedios Clérigues explicaba a los asistentes como había que tejer y poco a poco todos fueron participando y ayudando a elaborar la red.
Para Clérigues “el arte político encuentra una razón de ser en la necesidad de que tanto a nivel personal como a nivel colectivo pongamos palabras a lo que nos pasa. Esta obra hace esfuerzos en ese sentido, poniendo a trabajar a varias personas en lo que sería la construcción de unas redes de apoyo fundamentales para quienes más sufren las consecuencias injustas del sistema patriarcal. Concienciar, visibilizar, politizar, son formas de reconocer que existe un problema; este es el primer paso para buscar soluciones colectivas”.