El 14 de abril en La Iglesuela se inaugura la exposición de Narciso Echevarría: “De cacharros y trastos viejos. Grabados. Litografías. Estampas digitales”

El grabador y litógrafo Narciso Echeverría muestra su obra en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de La Iglesuela.

Narciso Echeverría (1960), es conocido como uno de los primeros grabadores que dio cursos sobre la aplicación de las nuevas tecnologías al grabado y la litografía en España, técnicas que hoy en día se enseñan en todas las Facultades de Bellas Artes del país.

Sus grabados y litografías, que han obtenido varios premios, han sido expuestos tanto colectiva como individualmente en diferentes salas privadas e institucionales de Valencia, Castellón, Alicante, León, Cuenca o Madrid. Actualmente su obra puede apreciarse en la Galería A cuadros de Madrid y en la Galería Mendicuti de Valladolid, además de en el Museu d´Art Contemporani de Vilafamés (Castelló), y en los fondos del Gabinete de Estampas de la Biblioteca Nacional de Madrid, así como en numerosas colecciones privadas nacionales y extranjeras.

Habiendo iniciado su actividad docente en 1990 en calidad de director de los talleres de “Técnicas contemporáneas de grabado” y “Grabado calcográfico sobre fotopolímero” en el Taller Artisgraph de València, en la actualidad está inmerso en la publicación de un libro sobre dos nuevos procedimientos infográficos: “litografía en relieve sobre planchas de offset” y “grabado calcográfico con planchas de offset”.

“De cacharros y trastos viejos. Grabados. Litografías. Estampas digitales” tiene prevista su próxima inauguración el día 14 de abril de 2011 a las 20 h. de la tarde, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de La Iglesuela del Cid.

En esta exposición el autor, utilizando objetos cotidianos de épocas pasadas como máquinas de escribir, libros, piezas cerámicas o candelabros, va transformando éstos a través de instrumentos tecnológicos como el lápiz digital, la tableta digitalizadota, la pantalla del ordenador y los programas informáticos de dibujo, bien imprimiendo rayas o tachaduras sobre aquéllos, bien situándolos sobre fondos de pared variados. La imagen digital que obtiene permite apreciar el objeto en sí mismo a través de las nuevas tecnologías, pero nunca olvidándose de su primitiva esencia, de su belleza caduca.