Compuesta por la vivienda y el horno de los antiguos tejedores de la localidad, actualmente es un Centro de Interpretación. Originalmente, el tejar estaba completamente abierto en su extremo superior, pero en la actualidad se encuentra cerrado mediante ladrillo y plástico para proteger varios objetos del trabajo de los tejeros conservados en su interior. Los muros exteriores son de mampostería asentada con mortero de arena.
El tejar estuvo a cargo de una familia murciana o alicantina ajena al pueblo hasta mediados de los años cincuenta del siglo pasado, la cual emigraba temporalmente a Fortanete de primavera a otoño para realizar el trabajo. Carente de decoración, dentro del antiguo horno existían diferentes dependencias en las que trabajaba la familia: las cámaras de fuego y cocción, así como una parrilla.
El producto más importante del taller fue la teja, aunque también realizaban ladrillos. En primer lugar, los tejeros sacaban la arcilla, la transportaban con un animal de carga y la depositaban en un pozo poco profundo. Previamente cubierto por una capa de agua, comenzaban el amasado de la arcilla mediante el pisado para mezclarla adecuadamente. Posteriormente, los tejeros daban forma a la mezcla con un molde y la dejaban secar en una parte del horno. En último lugar, se realizaba la cocción en el horno mediante la combustión de leña.
Este horno estaba dividido en dos estancias comunicadas: una inferior, de planta cuadrada y empleada como caldera, y una superior, de planta circular, a las que también se podía acceder mediante dos puertas diferenciadas, destacando notoriamente la de la caldera, con un arco apuntado hecho a base de ladrillo. Asimismo, poseían una parrilla en el nexo de unión entre ambas cámaras, la cual permitía el ascenso del fuego a través de sus agujeros y favorecer la cocción de tejas y ladrillos.
Para saber más:
SIPCA: http://www.sipca.es/censo/1-INM-TER-030-106-029/Tejar.html#.YqrWunZBzIU